Plaza de la Independencia (Quito)
Plaza de la Independencia, también conocida como
Plaza Grande es una plaza histórica de la ciudad de
Quito (
Ecuador), ubicada en el corazón del
casco antiguo de la ciudad. Se trata de la
plaza mayor de la urbe y símbolo del
poder ejecutivo de la nación. Su característica principal es el monumento dedicado a los próceres de la independencia del
10 de agosto de
1809, fecha recordada como el
Primer Grito de Independencia Hispanoamericana. El entorno de la plaza se encuentra flanqueado por el
Palacio de Carondelet, la Catedral Metropolitana, el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal y el Hotel Plaza Grande.
Historia
A pesar de que la primera plaza de la ciudad colonial fue la que hoy
en día es conocida como Plazoleta Benalcázar, esta siempre fue
considerada como provisional mientras se levantaba un trazado adecuado
para la novel villa española de Quito. Fue apenas en el siglo XVI, en el
año 1612, cuando los poderes de la ciudad se trasladaron a los
alrededores de la Plaza Grande, como decidieron llamarla por ser la de
mayor tamaño en aquel entonces.
Creación
En este óleo de Rafael Salas se puede apreciar como lucía parte de la
Plaza Grande a mediados del siglo XIX. Al fondo el Palacio Arzobispal.
Vista panorámica de la Plaza, desde el suroccidente.
Plaza de la Independencia con el Palacio de Carondelet y la Catedral Metropolitana.
Portal de la Catedral Metropolitana, en la Plaza de la Independencia de Quito
Inicialmente se trataba solo de una explanada de tierra apisonada en
la que se colocó una fuente de agua para aprovisionar del líquido vital a
los vecinos. Al ser de mayor tamaño que la plaza provisional, y los
terrenos del rededor estar todavía desocupados, algunas instituciones
decidieron colocarse en sus flancos. Es así como la iglesia católica
adquirió terrenos en los lados norte y sur, donde construiría el templo
principal de la ciudad (
Catedral Primada) y la sede de la arquidiócesis (
Palacio Arzobispal).
Uno de los fundadores de la ciudad, el capitán Juan Días de Hidalgo,
se reservó para si un terreno en la esquina de la plaza, junto al
Palacio Arzobispal, en donde construyó su residencia (la única
construcción privada que perdura hasta la actualidad) que más tarde
sería llamada
Palacio Hidalgo.
Otras familias, también de fundadores de la villa, ocuparon el extremo
occidental, pero después del terremoto de 1627, fueron derrocadas por
los daños severos que se produjeron en las estructuras, y en su lugar se
construyó el Palacio de la Real Audiencia, actualmente conocido como
Palacio de Carondelet.
Finalmente, en el lado oriental se construyó el edificio del cabildo
de la naciente ciudad, construcción que también fue derrumbada en la
década de 1970 para construir el edificio conocido como
Palacio Municipal; que si bien cumple las mismas funciones que la original, es una edificación de corte moderno.
Siglos XVI al XIX: la Plaza española
Durante varios siglos después de la fundación de Quito, la Plaza
Grande no se trató de nada más que una gran explanada empedrada con una
hermosa fuente de agua en el centro, alrededor de la cual se levantaba a
veces una improvisada
plaza de toros
para celebrar algunas festividades que ofrecía el cabildo en nombre de
la corona española. A diferencia de otras ciudades coloniales, no hay
evidencia de que en la Plaza Grande se hayan ubicado construcciones de
importancia de los indígenas.
La Plaza servía también como mercado, y era conocida como Plaza de la Catedral.
Recién en el siglo XVIII se piensa en el lugar como una verdadera
plaza mayor, al estilo de las ciudades europeas. El Gobierno español
concibe la plaza paisajisticamente, para que sirviera como un jardín
para el Palacio de Carondelet. El palacio remato sus escalinatas en la
plaza y se prohibió el paso de carruajes por el extremo occidental de la
plaza, que colindaba con Carondelet.
El Barón de Carondelet ordena la remodelación del Palacio Real, hacia
1802, colocando en la fachada una gran columnata que se convierte en el
marco de la Plaza, al igual que la construcción del atrio de la
Catedral y del templete neoclásico con el que embelleció la entrada a
esa iglesia.
A inicios del siglo XIX se reforma nuevamente la plaza, se retiran
las escalinatas del Palacio, que ahora terminaban en las calles
laterales del mismo, y se habilitó nuevamente el paso por la entonces
llamada Calle de las 7 Cruces (actual García Moreno).
Época moderna: el parque afrancesado
A fines del siglo XIX y hasta mediados del XX, la Plaza Grande -que
durante la colonia fue una simple explanada- fue convertida en un jardín
de estilo francés, con una verja que la rodeaba y varias portadas en
los costados. Esta fue una iniciativa del presidente
Gabriel García Moreno,
pues hasta antes de su Gobierno se seguía usando la Plaza como un
mercado. De esa época datan los árboles más antiguos de la Plaza, en
especial, las palmeras que se aprecian frente al Palacio Arzobispal.
Después de continuas intervenciones por parte de las autoridades seccionales de la ciudad, el presidente ecuatoriano
Eloy Alfaro
ordena la construcción de un monumento para conmemorar el centenario
del primer grito de independencia del país. La escultura fue encargada a
Francisco Durini, que se basó en bocetos previos de
Juan Bautista Minghetti y su padre
Lorenzo Durini Vasalli.
Fue terminada de colocar en el centro de la plaza donde antes se
encontraba la fuente, que fue movida hacia el suroccidente. La fuente
colonial fue trasladada luego a la plaza principal del pueblo de
Sangolquí, en las afueras de la capital.
En un acto público celebrado en 1909, el presidente de la república y
el alcalde de la ciudad develan el monumento al que bautizaron como
Monumento a la Independencia y cambian el nombre colonial de la plaza por el de Plaza de la Independencia.
El modelo de convertir la vieja plaza de herencia española en un
parque afrancesado con un cerramiento y portadas, obra también de
Francisco Durini
en 1910, fue emulado en otras plazas mayores ecuatorianas, como la de
Ibarra (Parque Pedro Moncayo), Latacunga (parque Vicente León), Riobamba
(Parque Pedro Vicente Maldonado), Ambato (Parque Juan Montalvo), Cuenca
(Parque Abdón Calderón) y Guayaquil (Parque Seminario).
A mediados del siglo XX, la verja y sus portones fueron retirados,
siendo libre el acceso a la Plaza Grande. Algunos de los portones se
vendieron a particulares y se conservan en mansiones antiguas del centro
norte de Quito.
La Plaza es escenario de protestas y manifestaciones públicas, debido a que en ella se encuentra el Palacio de Gobierno.
En los recientes sucesos de inestabilidad política en Ecuador, en
especial a partir de 1997, los jardines de la Plaza han sido dañados por
manifestantes, a pesar de que frente a Palacio hay una importante
explanada sin plantas. El modelo del parque afrancesado no es funcional a
la activa vida política contemporánea, pero se mantiene intacto.